Epílogo del Génesis

 
 
Al abrir los ojos, vio Dios un mundo sin hombres y cayó en la cuenta de que había descansado demasiado tiempo.
―No importa, ahora está perfecto ―pensó. Y se sumergió en el más profundo de los sueños eternos.


4/11/2011


3 comentarios:

  1. Me interesa tomar prestado este texto para utilizarlo como introducción en uno de mis ensayos. Quiero saber si me lo permites y si me autorizas a copiarlo y citarlo como tuyo. Saludos cordiales,
    alejandromulkay.blogspot.com

    ResponderEliminar
  2. Eso sí que es un descanso eterno, espero que más ficcionado que real.

    Buen micro.

    Saludos.

    ResponderEliminar