Raro
El mío es un amor raro.
Lo siento cuando te leo.
El placer me lo dan tus palabras
El beso, tu verso.
Lo demás, la música.
––
Abrazo tus palabras
Lo único que puedo abrazar de ti.
Y así abrazo el verso que eres.
––
Diáfanos
Ella lo llamó
con su tierna voz de agua
desde el fondo de su pozo
Él la miró
con la miel de sus ojos
y coincidieron en ser diáfanos
sin coartadas.
En un pasado remoto.
–––
Titulo:
Empezaré de nuevo
por la primera página
para no olvidarte
aunque yo no te olvidaría
para taparme con tus palabras
para hacerme con ellas un abrigo
que cubra mi cuerpo
para acurrucar mi soledad
para calentarme el corazón
en el frio de este invierno.
para no echarme desnuda de ti
a la calle en mi desvarío.
No tengo que pedir permiso
Tus versos ya no son solo tuyos
que también son un poco míos.
Vale, no importa.
Miento, sí que importa.
Te echo en falta
aunque nunca te he tenido.
Pero empezaré de nuevo
como si fuera la primera vez
por la primera página
para seguir contigo
para sentir que te siento
mientras late mi corazón
en el sofá de mi salón
subvertido por una metáfora.
Celos
No tengo celos del viento que te toca
ni de la arena que pisas
ni de tu sirena.
Ni de la rama que te sostiene
ni del amor que haces
ni de los besos que entregas.
¿Cómo podría tenerlos?
Nunca te tuve ni te tendré ni te tendría.
Tu sola existencia me inspira y me basta
para inventarte cerca,
pensarte, leerte y escribirte.
Conocerte
es mi única meta.
No hay mejor amor libre.
en mi soledad plena.
Solo tengo celos del tiempo que te ocupa
del tiempo que te lleva.
Fíjate que yo pensaba
Que ya no me quedaban lágrimas
Pero soy de extremos
Hoy abajo
Mañana arriba
La noria de la vida.
Errata
Pasa que ya no nos vemos
Los ojos se acostumbran
y somos como una errata en un escrito.
Leemos y releemos,
miramos y nos miramos
y no nos vemos.
Nadie nos deletrea.
Ya no deletreamos.
Solo vemos el garabato
La idea primigenia:
la estilizada, misteriosa
y exótica figura del dibujo
que soñamos o añoramos.
Y siempre nos quedamos
con aquella primera lectura
Dichoso aquel – o aquella–
que logre ver más allá
mucho más adentro,
algo que nunca tuvo
Ni esperó encontrar.
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Vida mía
Confundida con mi soledad
estuve
en una eternidad dolorida
en una noche interminable
de amargas lágrimas
derretidas.
Arrebatarme el corazón hubiera querido
tirarlo para no
sentir más amor inútil.
Ser piedra, se hierro, ser de acero frío
o fundirme en un soplo con el viento
o convertirme en lluvia que
va al mar
y se pierde en el camino
regando los campos
donde crecen las margaritas
y los lirios.
Porque mejor flor hubiera
querido nacer
o árbol o pájaro para volar
que corazón partido de mujer.
Mas entregué mi alma a los
brazos de la vida
por si ésta devolverme
quisiera
tantos besos perdidos de mis labios
tanta joven pasión muerta o
prisionera.
Y mis sienes sintieron un dolor incesante
mientras un amor me crecía
en los brazos de otro
amante.
Pasó el tiempo
y el amor no es eterno para
nadie
y mis lazos
solo de amor eran.
No ataban cuerdas de
costumbre
ni el techo de la casa común
ni el calor de la misma
lumbre
Y un buen día como un
suspiro
el amante que me regalara
aquellos cálidos besos
perdidos
se fue por donde mismo vino.
Y me quede sola con mi nombre
el silencio inundó mi casa
la luz entraba de forma distinta
mi cuerpo ya no temblaba.
Pero yo no era la misma.
Porque nunca más quise ser piedra
ni acero frío
ni flor de olor del campo,
ni viento
ni pájaro
ni mar
El amor cada vez es un milagro
(Escrito en varias fechas y adaptada para canción en suno en 2025).
Para Tí
A veces pienso
A veces pienso en ti
A veces pienso en ti y en lo que te diría.
A veces pienso en ti y en lo que te diría si te tuviera delante.
A veces pienso en ti y en lo que te diría si te tuviera delante de mis ojos y muy cerca.
Y entonces me quedo muda.
Y nos vamos.
Amor del alma
Bajo la luna leía sus cartas,
cada palabra encendía su piel.
En cada línea sentía su alma
como un susurro al amanecer.
Cada noche cantaba sus versos,
como estrellas brillando en su voz.
Cada rima la envolvía en un sueño,
donde el tiempo se hacía canción.
Sus pensamientos de tinta bailaban
dibujando un amor ideal.
Cada poema encendía la noche,
como un fuego que ardiera en el mar.
Por las noches cantaba sus versos,
como estrellas brillando en su voz.
Cada rima la envolvía en un sueño,
donde el tiempo se hacía canción.
Amor del alma
Del alma, amor
Amor de amor.
(Canción. 2024-25)
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