Un mito antiguo, héroe resucitado, vino
una noche de tristes y
dudosos pensamientos,
a visitar mi pobre corazón
perdido
y lo llenó de caricias y de
besos.
Y hoy mi corazón, ayer
maltrecho y malherido,
se transforma en lirio
perfumado
o en amapola de pétalos encarnados
que al amor
se entrega con delirio.
En los brazos de mi tierno
amor resucitado
espero encontrar cariño para
mi tallo,
para mi hojas renovadas primaveras,
para mi flor dulces
besos apasionados
y para mi alma ternura
a manos llenas.
No le temo a la soledad ,
pues es mi vida,
siempre que el amor de su
estrella me acompañe,
por el intenso cielo azul de
mis noches y mis días
por el mar y hasta por
tierra en este mi largo viaje.
Y como Perseo lo es de
Andrómeda,
que sea mi amante fiel y mi
sombra.
Que sea mi luz y mi tiniebla
y peso de este cuerpo que le
nombra.
Escrito el 22-diciembre
de 2000
Nota: adaptado para canción en enero de 2025