Presagio

Ni yo misma  me entiendo cuándo te pienso. Por eso procuro no pensarte. Pero el agua ha caído hoy como en aquellos días en los que tu y yo veíamos caer la lluvia con la nariz pegada a los cristales. El vaho de nuestro aliento terminaba por empañarlos. Un presagio. 

Un dolor agudo me atraviesa el recuerdo. Mejor que no llueva.