Homenaje a Ángel González

La vida en Juego

Donde pongo la vida pongo el fuego
de mi pasión volcada y sin salida.
Donde tengo el amor, toco la herida.
Donde pongo la fe, me pongo en juego.

Pongo en juego mi vida, y pierdo, y luego
vuelvo a empezar, sin vida, otra partida.
Perdida la de ayer, la de hoy perdida,
no me doy por vencido, y sigo, y juego
lo que me queda: un resto de esperanza.

Al siempre va. Mantengo mi postura.
Si sale nunca, la esperanza es muerte.
Si sale amor, la primavera avanza.

Mis gatos


La primera gata, la tuerta, la única que andaba por mi jardín al principio, cuando todavía vivía Yako ( mi Pastor Alemán). No es una gata doméstica, se ha criado en la calle, pero encontró refugio en mi casa porque me dió lástima de ella y empecé a echale de comer. De esto hace unos tres o cuatro años. Hace unos dos años tuvo gatitos. Los tuvo en el jardín de una casa deshabitada que hay frente a la mía, y cuando los vi un día en la puerta de mi casa, me encantaron, les puse un poco de leche en la puerta, entraron y se quedaron. Son estos cuando eran pequeños:



Son cuatro: el que hay detrás del oscuro es este:


Gracias a la vida




He sacado dos cosas positivas de estos cinco meses con las extrasístoles: que el cariño se demuestra en las dificultades; y segunda: he dejado de fumar, la primera semana y por la vía rápida (el miedo hace milagros).

Y también ha pasado algo curioso: le he dado una vuelta de tuerca al latido extra y lo he convertido en algo positivo, casi metafórico.

Mi corazón late diferente, sí,  y por eso veo las cosas pequeñas muy grandes y las grandes muy pequeñas (con una sola excepción).