Desde el alba hasta el ocaso
por tu sonrisa de miel
por tus ojos aceitunados
por tu flequillo flaco
por el mapa de tu rostro dibujado
Por tu figura menuda y tierna
por tu alma sensible y viva
por tu corazón rebosado
por tus piernas de caminante avezado
recorro mi camino a diario.
Y cuando llega la noche
cierro los ojos
y recorro mi último tramo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario