Alturas

Me dan vértigo las Montañas Rusas y las norias. Ese subir y bajar, subir y bajar, me mata. Para mi lo bueno de la altura es quedarme aquí y disfrutar de las vistas.



Pan y chocolate


Había aquella tarde un perfume de eucaliptos que refrescó nuestra memoria. Olores de bolinas secas y retamas verdes
que vinieron a despertar nuestros sentidos dormidos. Ecos de pájaros de paso y murmullos de agua remansada que acunaron nuestra historia congelada en el tiempo. Y entre los montes y el cielo nació una historia de amor entre presente y pasado para redimir veinte años. ¿Y qué son veinte años?¿ Qué son veinte años de ausencia?  Para ti y para mí, en resumidas cuentas, un pedazo de pan con chocolate comido con mucha paciencia.




Hibernación

Me gusta el tiempo lento del invierno; ese que se hace eterno mientras dormitamos la vida hasta que llega una nueva primavera y la naturaleza explota. Las osas hibernamos, pero no dejamos de ser salvajes.

Ego

Hacemos las cosas por amor al arte porque así nos vemos más guapos en nuestro espejo.


Campanillas

Mi abuela, que era malagueña, recurría con frecuencia a un refrán que decía:

 "En Campanillas te espero".

Y es que todos los trenes que salían y llegaban a Málaga paraban en la Estación de Campanillas. 

Me temo que mi abuela tenía "más razón que un santo", como también decía ella, y que todos nos encontraremos un día, finalmente, en Campanillas. 

Transacción

Pagamos el tiempo a precio de oro.

El abrazo

  A veces nos invade la nostalgia del abrazo no dado y la soledad se nos espesa.

La lectura

Magia también era tener todos los días una cita con su pensamiento. 


Greguería

Cuando éramos pequeños jugábamos al yo-yo. Hoy somos el juego.

Evidencia

Las montañas se movieron y su fe en los movimientos tectónicos fue profunda. 

Ambición

 No son los dioses los que aprietan y ahogan, sino la ambición y la codicia del hombre.