Encuentro

El cuento es el lugar donde tú y yo nos encontramos. Luego, cada uno tiene su novela.

Ilusión

Los niños creen en los cuentos y en las fantasías por inocentes, los viejos por sabios.  


Fuera de mí

En los bolsillos del pantalón ya no llevo recuerdos como piedras. Tengo palabras, versos, cuentos, algunas canciones y libros. Su peso es más liviano. No te hunden, no ahogan, no matan. Te dan y te dejan una vida anegada de los otros.

(Habrá que añadirle letra a la canción).

Alturas

Vive a la altura de tu pensamiento o en su dirección. Si no, no serás creíble. 

Greguería

 Ojalá huyamos fuera mi nombre.

Magia de juegos. Canción

Dibujar palabras nuevas, escribir las frases del revés, darle la espalda al espejo y mirarse en los ojos de los otros, escuchar historias de viejos, escribir leyendas de antaño, usar palabras en desuso, desusar conceptos manidos. Hacer juegos de magia. No, magia de juegos. Encontrar en la lámpara un deseo y cumplirlo antes de que llegue el genio.


Letra: publicada en este Blog el 9.2.2024. Leve modificación para la canción.
Voz y música con IA
 Magia de Juegos.



Cielo en las nubes


Al nacer mi padre me puso Cielo y en mi juventud mi madre decía que yo siempre estaba en las nubes. Luego, un suceso de carácter familiar que no quiero concretar provocó mi caída libre y sin red hacia la tierra. Me di un gran golpe y durante mucho tiempo no levanté los pies del suelo. Ahora, tras darme un largo paseo por la vida, regreso de nuevo a las alturas. No creo que vuelva: me coge de paso.


Despertar

Despertar

Y cuando despertó, la realidad ya no estaba allí.


El cuento del camello

La mujer se sentó junto a la mesa para coser el botón a la camisa de Martín. Abrió el costurero y vio que no tenía aguja. Se levantó y fue al pajar. Alli encontró al camello desesperado queriendo entrar por el ojo de la aguja que ella necesitaba. Hablaron. La mujer le ofreció toda la paja a cambio de la aguja.  El camello se fue al mercado del pueblo más cercano, a diez kilómetros, vendió allí toda la paja y se le perdió la pista. A los tres días volvió.

— ¡Soy rico! – exclamó el animal –¡Soy rico! Vengo a que me des el botón, la aguja, la camisa y todo lo que tengas.

— No te servirá para entrar en el cielo –le dijo la mujer.

— El cielo ya no me importa.


Hija

Entre la idea elusiva del amor y la difícil conjugación de su realidad, nació la poesía  de la ausencia; la mejor hija posible. 


Cartas 2



Ella:

Los niños de aquí no saben hacer barquitos de hojas de caña como tú.

 Ni llevan sombrero. 


 Él:

Hoy subí a la puerta de tu casa. Está muy sola.

 Las margaritas te echan de menos. Cogí una y me dijo que sí. 


Ella: 

La margarita tiene razón. Pronto volverá el verano.




Análisis

Me abracé a su verbo amar con intención de complemento directo. Erré en la sintaxis.

Canción: Almas rotas, amarga vida.


Alma rota, amarga vida,

camino va de un desierto

tu dolor y tu hambre, 

camino del exilio tu silencio.

Vagabundo de guerras perdidas,

refugiado de la tierra,

en infierno de escombros

y muerte convertida.

Causas perdidas, mundos olvidados,

confines, abismos de la historia, 

extramuros del color rosa y nacarado

que invaden nuestras ciudades verticales.

Horizonte sin sol naciente ni plateada luna, 

estrellas que no lucen ni en el cielo de los niños,

hechos trizas con las bombas

de un mundo civilizado.

Horizonte sin sol naciente… 

Hecho trizas con las bombas… 

de un mundo civilizado...


Enlaces:

Alma rota, vidas perdidas 3 

Almas rotas, vidas perdidas 4


 

Canción. Roba tiempo


Canción basada en un texto escrito y expuesto en este Blog en 2014, con el nombre de "circunloquio de madrugada".

La IA de Suno se ha saltado dos frases. Se pueden leer en el texto que va pasando, pero no las ha incluido en la canción. En todos lados cuecen las habas del despiste.

A mi me gustó la musiquilla y por eso la he dejado tal cual. Sirve para ilustrar que nadie es perfecto y que todas cometemos errores.


Letra: escrita en 2014

Voz y música: Suno. 

Enlace de la canción

Hay dos versiones.




Temporal

El cuento no pudo durar ni un invierno.