Despedida


Cerrar las ventanas

y tras ellas los postigos.

Apagar la luz

dejar la oscuridad encerrada.

Cerrar el agua.

Cerrar el gas.

Cerrar la puerta de la casa

con dos vueltas de llave,

siempre con dos vueltas,

como si no fueras a volver mañana.


Recorrer con la mirada todo el exterior.

Todo en orden menos yo

que no sé dónde guardarme

ni cómo alejarme.


Despedirme del almendro,

que me guardó el secreto.

Despedirme del mar,

agitado, revuelto, como mi alma.

Despedirme del cielo

atravesado de nubes grises

De la tierra

que aún conserva mis pisadas.

Del amanecer y del ocaso

hermanos en mi tránsito.

De la luna llena de octubre

que ya no me encontrará.


De todo me despido

menos de tus ojos:

mezcla de miel y olivo.

Menos de tus manos

menos de tu abrazo

que se van conmigo.




El final del verano:

Tu caminando apresurado, 45 pasos sin mirar atrás.

                                  Y mis ojos, sin limpiaparabrisas.




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