13.12.25

Amores

Existe un amor por amor al arte. El arte te toca, te emociona y te sostiene. 


10.12.25

Hoy

No me llevéis rosas a la tumba, traedme abrazos a la vida. 

8.12.25

Somos


 Emocionalmente, metáforas de situación. 


Interpretación


Cuando nacemos no nos dan ningún guion. Somos improvisación.


Relatos


Somos un relato de nosotros mismos en construcción.

Lo que escribimos nos narra y lo que nos narra nos construye. 


Motivaciones


A lo mejor no escribo para que leas mis cuentos, sino a mi. 

La noria de la vida


Fíjate que yo pensaba

que ya no me quedaban lágrimas,

pero soy de extremos

Hoy abajo 

mañana arriba

La noria de la vida. 



Niños

8 años:

—¿Por qué los árboles viven más años que las personas si las personas somos inteligentes?

5 años:

— Porque las personas no tienen raices.

5.12.25

Palabras

A veces, amanecía “serena” y todo parecía encajar sin esfuerzo. Otros días, despertaba “duda” y el mundo le quedaba grande como un abrigo ajeno. Había mañanas en que era “fuga”, y una vez –solo una– apareció siendo “despedida”.

Un amigo le dijo un día:

—El problema es que no decides quién eres.

Ella sonrió.

—No es que no decida quién soy –le respondió–. Es que soy lo que siento y siento lo que digo. 

Y se marchó sin decir nada más, por temor a convertirse en “final”.


Entre palabra y palabra improviso la respiración.

4.12.25

Frío

El frío de diciembre se nos cuela en el alma por las rendijas de los recuerdos. 


Plan


Mi vida es ahora. 

Tu vida es ahora.

Lo demás es el pasado de la vida de los dos.

El futuro no está escrito en ningún libro.

No tengo ningún plan. 

Salvo seguir queriendo. 

Te. 

A Tí. 


2.12.25

Diciembre

Diciembre me indispone. Desde las primeras horas del día uno comienzan mis molestias: un peso turbio en las piernas, un zumbido en los brazos, un tambor en la cabeza. Llegan luego los mareos, las angustias que se aferran al estómago, las urticarias que protestan. Las prisas malhumoradas.  El miedo al almanaque de papel, a Calendar, a la lista de cosas pendientes, a los cohetes y a los anuncios de turrón. Y pánico, mucho pánico, a los catálogos de juguetes y a las aplicaciones de compras.

Por favor, ¡que lo suspendan!

Que suspendan diciembre entero y parte de enero. Saltémonos el invierno. Y que llegue pronto la primavera como mejor regalo de la Navidad que no existió.

29.11.25

Imaginado


El ser invisible acentúa la imaginación. Cuando se hace presente, tus ojos ven lo que imaginaron: la belleza o el monstruo, el gigante o el molino. 


23.11.25


Dibujé

un amigo invisible en la pared

y le puse tu nombre.

Un día sin Tí

A lo largo del día, casi sin darme cuenta, atravieso distintos estadios del querer. Antes no sabía leerlos y tanta emoción en tan poco tiempo —repetida, cambiante— me desorientaba. Era vivir en el trapecio.

Ahora, en cambio, disfruto de los buenos días que te doy al levantarme, con esa luz tenue que apenas roza la habitación. Te saludo como si no te conociera y, aun así, estuvieras ahí desde siempre. Todavía medio dormida, con la mente a medias, te digo lo primero que me sale antes de probar el primer sorbo de café.

Ya sabes que, sin ese amargor caliente, no termino de despertarme ni de ordenar las distancias.

Cuando avanza la mañana y el cuerpo me ocupa del todo, empiezo a preguntarme dónde andarás, si tu día te está tratando bien, si el frío te ha rozado la cara. Entonces me viene un sentimiento casi maternal, aunque la biología no lo sostenga: tienes unos años menos.

Podríamos ser hermanos extraviados, pero esa idea siempre la desecho.

Por la tarde, cuando escribo y el tacto del papel o del teclado me ancla, te siento más cerca. Es una cercanía tranquila, de camaradas, como si nuestras manos trabajaran en paralelo aunque no estemos en el mismo lugar. En este silencio, tu presencia tiene textura. Tú me inspiras.

A la hora de la cena, te imagino entre cuchillos y platos, con el vapor subiendo como una niebla tibia. Te veo probando algo, cerrando los ojos un segundo para comprobar si está en su punto.

“Pon una ración más y voy”, pienso dejando escapar una sonrisa, y me sorprendo con ese: “ojalá pudiera estar contigo y saborear tu manjar”. 

Después de cenar, cuando por fin me relajo y todo alrededor se vuelve más lento, llega la hora más difícil de nombrar. Es cuando te imagino con una nitidez casi táctil: la distancia se acorta, la emoción me allana.

Y el querer se convierte en amor. 

 

Tí  es nombre propio y tiene un bonito acento.


22.11.25

El sexto sentido. Canción



Hay un instante, antes del instante,

donde el aire aún no sabe qué decir

y la luz duda entre ser sombra o amanecer.


Ahí vive el sexto sentido,

en la vibración que anuncia

pero todavía no sucede.


Siente antes de que el mundo se atreva,

presiente la forma del agua

antes de que adopte su cauce.


Percibe el pulso de la tierra

antes de que brote la semilla,

cuando todo es raíz y posibilidad.


Intuye el fuego dormido en la piedra,

la chispa que aún no tiene nombre

ni destino de ceniza o de calor.


Oye el murmullo del aire quieto,

cuando el viento aún no sabe su dirección

ni qué hojas hará temblar.


Escucha el temblor de lo posible.

Y cuando todo calla,

ese silencio elige lo que vendrá:

El Silencio.

El Silencio.

Silencio.

_______________

 Adaptado para canción.

Letra: Ulla Ramírez. Octubre 2025

Voz y música: IA. 

Enlace: Sexto sentido  2

Enlace: Sexto sentido  1


20.11.25

Poderosos necios

Hombres necios que acusáis, al pobre y humillado sin razón, sin ver que sois la ocasión del dolor y el odio que sembráis.


18.11.25

Greguería


Los relojes de noviembre encogen como los jerseys de lana en la lavadora.



15.11.25

Aforismo

Quien no llora no mama y quien no mama llora de hambre. 

                         

13.11.25

El hijo de la mañana


De nuestra juventud enamorada

quedó de tu cuerpo en el mío 

como un ancla

hecho verbo de carne y amor

el hijo de la mañana.

Ese niño que se hizo gigante

y que ahora te levanta

con sus brazos

para ver la luz del alba

permanece claro.

Es la suma de nuestros días,

la juventud, la libertad, el amor,

una inmensidad 

en poco tiempo condensada,

y el futuro común multiplicado 

de aquel pasado conjunto

que aún nos contiene.



11.11.25

Greguería

 Un sombrero en un escaparate es un adorno sin cabeza.

Perdido

Le echó de menos tanto... sin haberlo tenido nunca, que pensó que en otro mundo ya le tuvo y le perdió.

6.11.25

Esencia


En Noviembre me visto de espera.


Como si alguien de este mundo

sin cuerpo

fuera a volver.


3.11.25

Greguería

Las nubes son el pañuelo de lágrimas del cielo. 


1.11.25

Greguería de la V (despistada)

                                 ❣️

       V: chupito de amor. 

      


31.10.25

Mariposas de Noviembre


Hace años, la noche del 1 de noviembre, tenía luz propia. No venía del cielo ni de las farolas, sino de unas pequeñas llamas que temblaban sobre un cuenco con agua y aceite.
Cada noviembre, nuestras abuelas prendían mariposas, no para alumbrar la casa, sino para que las ausencias tuvieran luz.
Cada hogar encendía las suyas: por los familiares fallecidos y, a menudo, también, por las ánimas olvidadas, aquellas que no tenían quién les rezara.
En el cuenco flotaba una cañita con mecha, y al prenderla alguien murmuraba un nombre y una intención.
No se encendían solo para recordar, sino también para ayudar. Era un gesto que tenía el valor de una oración visual. Un gesto mínimo, pero lleno de sentido. No se trataba de espantar fantasmas, sino de darles compañía y alivio.
El fuego era oración, pero también ternura: un modo de seguir queriendo. 
Eso bastaba para que el alma del ausente se sintiera acompañada.
Los niños no nos disfrazábamos de fantasmas ni de muertos ni de esqueletos bailones. Asistíamos al ritual del encendido de la llamita que flotaba sobre un trozo de caña con un agujerito que sostenía el pabilo. No nos daba miedo. Nuestras abuelas no celebraban el miedo: lo iluminaban. Sabíamos que era en recuerdo de los ausentes, un abrazo a los que ya no estaban.
Nuestras abuelas nos trasmitían que la mariposa era la manera que tenía el recuerdo de no apagarse.
El fuego también era memoria. En cada mariposa sobrevivía una verdad antigua: que el amor, cuando se recuerda, no se apaga nunca.



*El origen: 

Encender una lámpara de aceite por un alma se convierte en una oración visible , una ofrenda doméstica que sustituye los antiguos fuegos paganos. 
En Andalucía, y especialmente en las zonas rurales, la costumbre se traslada al hogar y se utilizaba lo que había: aceite, agua, una cañita, una mecha de algodón. De ahí nace la mariposa , llamada así por el modo en la que la llama flota y revolotea sobre el aceite. 

*Significados:

Dar luz al alma en su tránsito 
Recordar al ser querido dentro del espacio intimo del hogar.
Proteger la casa de presencias errantes o  "malas ánimas".
Mantener viva la memoria familiar como acto de amor cotidiano. 
                                               

29.10.25

Relatividad

 Lo bueno es bueno, lo mejor es relativo.


27.10.25

Aparéceteme


El pulso era caballo salvaje desbocado. El miedo me devoraba la soledad.
Desperté sobresaltada, implorando ayuda, con las manos extendidas hacia un techo de flores celestes.
Tuve un sueño anoche, un sueño raro, una pesadilla: unos hombres enfundados en escafandras grises me gaseaban con un gas del mismo color.
Quizás era el eco de la última serie distópica que vi antes de las vacaciones, o el miedo latente a los locos que gobiernan el mundo, a las guerras, o a los viajeros del espacio que algún día llegarán en una nave disfrazada de meteorito.
En el tránsito del sueño a la vigília me dio tiempo a escucharme a mí misma: "Ángel de mi hogar infantil, aparéceteme". Sin embargo, fue tu cara la que ví y tus manos coger las mías*.

Aparéceteme ¿Existe esta palabra?
Si no existe, me la inventaré. Como haces tú, ángel creador.


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* Se conocen como alucinaciónes hipnopómpicas



Ángel infantil

No eres un Ángel  
eres niño como yo
mi buena compañía 
en mis noches de sueños
en mis días de agua y sol
y no me dejas sola
frente al viento
que viene a por los dos.

                      (Escrito adolescente).

La hora

Es la sombra el reloj que marca el tiempo de la melancolía. 

Nos cambian la hora, pero no la nostalgía.