Greguería de la N

La N nos recibe cuando nacemos, nos da un nombre y una cuna y hasta nos canta una nana. Luego, nos puede convertir en nadie y al final siempre nos deja en nada*.


* Nótese la diferencia con la M, que te baja a tierra. La N, no. La N te deja en las nubes y allá te las apañes. 

No hay comentarios: