Ficciones

Aquí todo parecido con la realidad es una ficción que la inventa.

pulsentimento

Ya me sobran los relojes para medir el tiempo. Lo mido con el corazón.


El error

Llegó demasiado pronto a un lugar equivocado. Entendió el error cuando supo que no era allí donde él estaba ni estaría nunca. Una desconsolada tristeza se apoderó de sus días y sus noches. "Cómo se duela lo que jamás se ha tenido ni se tendrá", se preguntaba.
Cuando volvió a la Oficina de Reparto de los Mundos pidió la hoja de reclamaciones. Solicitó una indemnización por los daños causados y un nuevo reenvío a su tiempo y a su lugar. Espera respuesta desde hace siglos.


Niños

 — Me acuerdo cuando fui a Islandia y cogí las piedras de colores.

— No te puedes acordar de eso, cariño. Es imposible. Tenías dos años.

— Sí que me acuerdo, ¿Cómo no me voy  acordar de mi vida, abuela? 

— Porque eras muy pequeño. Yo no me acuerdo de cuando tenía dos años.

— Claro, abuela,  pero yo tengo siete años, tengo una vida muy pequeña y me acuerdo de todo. La tuya como es más larga pues se te olvida. 


Rimas


Ya sé que Gustavo Adolfo Bécquer no escribió las Rimas para mí. Aun así me gustaban cuando era joven y estaba enamorada. No de él, claro; eso sí que hubiese sido una locura.
Andaba yo entonces por donde mismo él pisaba -Rayo de Luna, Las Golondrinas– y cada mañana me llenaba del aroma de Rosa de Pasión camino de la Venta de los Gatos, donde, en la misma puerta, cogía el autobús para ir a la facultad. Nunca nos cruzamos.

Compresión

La semana se le hizo un día porque los minutos se le habían amontonado en un mismo lugar.