15.5.25

Cerca

Con el almanaque celeste bajo el brazo y la verdad desplegada como una carta astronómica, puedo confirmarlo con certeza casi científica. 

Cuando mis coordenadas gravitatorias, impulsadas por una tenue esperanza,  por fin se alineaban,  su vector ya describía la curva de salida. Su traslación lo alejaba y su impulso era superior al mío. La ventana de sincronía había pasado.

Tal vez, solo tal vez, nuestras órbitas coincidieron un instante microscópico. Lo intuí en la señal que capté entre las interferencias de la radio:

"Estamos cerca." "Y te vi, te vi pasar. Yo no buscaba a nadie y te vi".

¿Qué necesidad había? ¿Un cometa bromista?

¿Un eco breve? ¿Una anomalía cuántica? 

¿Una señal sincera? ¿Un error de transmisión? 

Y luego, el silencio, el  misterio. 

Desde entonces, mantengo una inclinación leve —pero estable— hacia la melancolía interestelar.

               








No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si no tienes cuenta de Google puedes dejar, si lo deseas, tu nombre en el texto de tu comentario.