Llegó demasiado pronto a un lugar equivocado. Entendió el error cuando supo que no era allí donde él estaba ni estaría nunca. Una desconsolada tristeza se apoderó de sus días y sus noches. “Cómo se duela lo que jamás se ha tenido ni se tendrá”, se preguntaba.
Cuando volvió a la Oficina de Reparto de los Mundos pidió la hoja de reclamaciones. Solicitó una indemnización por los daños causados y un nuevo reenvío a su tiempo y a su lugar. Espera respuesta desde hace siglos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario