En enero murió de frío el guardia forestal y en febrero su mujer murió de tristeza. En marzo una pulmonía se llevó al otro mundo a Remigio, el leñador, que ya era viudo, y en abril encontramos al herrero ahogado en el río. En mayo murió la tendera, nadie supo de qué, y en junio, su marido, de un ataque al corazón. En julio murió, desangrada, Adelita la soltera y en agosto el médico se suicidó sin dejar nada escrito. En septiembre apareció la matrona con un tiro mortal en la cabeza y en octubre nos dejó el cura D. Benito, que Dios lo tenga en su gloria. En noviembre murió el último niño del pueblo y en diciembre la maestra. Ahora tengo miedo porque empieza un nuevo año y solo quedamos tú y yo.
Despoblación
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2 comentarios:
No sé como llegué aqui pero, al leer esto en tu blog, senti algo de soledad(snf).
Pero de que me gustó, pues me gustó.
¡sigue sonriendo!
...bello....Siempre te leo..
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