Parecía el canto del mochuelo
el llanto de un niño pequeño
Al caer la tarde, casi noche
el llanto de un niño pequeño muerto
Me invadía la pena honda,
la tristeza se me metía en el cuerpo
porque era como el llanto de un niño
de un niño recién nacido muerto.
Algunas viejas contaban
que los niños cuando morían
subían al cielo
y en angelitos se convertían.
Cuando vi mi primer mochuelo
al caer la tarde, casi noche,
me invadió una gran alegría.
Ni niño ni ángel era,
ni mi hermanito del alma parecía.
La viejas me daban miedo
más que el cura en su homilía.
(Escrito en 1980)
No hay comentarios:
Publicar un comentario