30.4.24

Epílogo del Génesis

 
 
Al abrir los ojos, vio Dios un mundo sin hombres y cayó en la cuenta de que había descansado demasiado tiempo.
―No importa, ahora está perfecto ―pensó. Y se sumergió en el más profundo de los sueños eternos.


4/11/2011


3 comentarios:

  1. Me interesa tomar prestado este texto para utilizarlo como introducción en uno de mis ensayos. Quiero saber si me lo permites y si me autorizas a copiarlo y citarlo como tuyo. Saludos cordiales,
    alejandromulkay.blogspot.com

    ResponderEliminar
  2. Eso sí que es un descanso eterno, espero que más ficcionado que real.

    Buen micro.

    Saludos.

    ResponderEliminar

Si no tienes cuenta de Google puedes dejar, si lo deseas, tu nombre en el texto de tu comentario.