¡Maldito jardinero del mono azul! No solo podaba árboles.
María, Isabel y Adela: adolescentes interruptas por aquellos abusos a quemarropa; tatuajes indelebles, quemaduras vivas en el alma.
Por eso estoy aquí y lo veo todo azul; un fastidio.
Lanzamos globos sonda, emitimos señales de humo y gritos de socorro. “Inventos de niñas locas” nos decían. “Dios os castigará por levantar falso testimonio”. Luego, pasó lo de Isabel, que se cortó las venas. Y por fin lo denunciamos. “Ni en vuestros sueños me encerraréis” decía él con descaro cuando salió del juzgado, libre como las fieras.
Pero esto no es un cuento y acabará mal. Por pura coherencia: la mía. Si algún día salgo de aquí, juro que lo mataré. Y seré inocente porque estoy loca y lo veo todo azul.
Por eso estoy aquí y lo veo todo azul; un fastidio.
Lanzamos globos sonda, emitimos señales de humo y gritos de socorro. “Inventos de niñas locas” nos decían. “Dios os castigará por levantar falso testimonio”. Luego, pasó lo de Isabel, que se cortó las venas. Y por fin lo denunciamos. “Ni en vuestros sueños me encerraréis” decía él con descaro cuando salió del juzgado, libre como las fieras.
Pero esto no es un cuento y acabará mal. Por pura coherencia: la mía. Si algún día salgo de aquí, juro que lo mataré. Y seré inocente porque estoy loca y lo veo todo azul.
* * Este relato ha sido escrito dentro de las normas establecidas en Club de Teatro y Lectura de la Viñuela (Málaga). Se trata de hacer un relato de no más de 180 palabras con diez palabras dadas. Una buena prácticas para crear hábito de escritura, probar diferentes temáticas y aprender unos de otros.
1 comentario:
Tremendo y real
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